16 de marzo de 2015

Batbouts o panecillos árabes de sémola. Receta marroquí


¿A quién no le gusta el pan? Supongo que a los de la dieta paleo y poco más. Aunque tampoco estoy segura de que no les guste. El caso, panes hay de todos los tipos, formas, tamaños, texturas...así que en el mundo panarra siempre estamos de enhorabuena. Encontré dando tumbos por internet, casualmente, estos panecillos. Tenían una pinta increíble y se parecían bastante a los panes de pita, excepto porque ¡se hacen en sartén sin aceite! Como adoro mis sartenes y, sobre todo, el teflón que las recubre, los metí en el horno y el resultado es el que se ve. ¡Una maravilla! Son crujientes (por la sémola) y tienen un sabor particular, nada que ver (sorprendentemente) con las pitas. Os animo a que los hagáis porque es de lo más sencillo y con un resultado muy bueno.

Para 8 panecillos pequeños o 4 grandes:

250 g de sémola de trigo (de molienda media)
150 g de harina blanca de trigo
1 cucharada de postre de sal
3 g de levadura seca de panadero (1/2 sobre aprox.)
300 ml de agua

 
Mezclamos la sémola, la harina, la sal y la levadura en un bol. Añadimos el agua poco a poco y amasamos la mezcla durante unos 10 minutos. Una vez tengamos una masa uniforme, dividimos en tantas porciones como panecillos queramos y damos forma de bola. Los estiramos con las manos o con ayuda de un rodillo en forma de pan plano.  Los colocamos sobre un paño con harina y tapamos con otro humedecido. Dejamos levar/reposar durante una hora y media en un sitio sin corrientes y a temperatura ambiente (yo los meto en el horno apagado). 

 (Batbout tras levado)

Una vez transcurrido el tiempo tenemos dos opciones: o bien calentamos una sartén antiadherente y a fuego medio los cocinamos por ambos lados (modo tradicional), o bien los metemos al horno hasta que estén dorados unos 20-25 minutos a 180-200º (es lo que hice yo) ¡A disfrutarlos!

4 comentarios:

  1. Hambre suprema... Ay, el maravilloso mundo del pan del cual no sé absolutamente nada... ¡Lo que me queda por aprender! Y sí, el pan le gusta a todo el mundo (y si es con relleno más). Pintaca, y me mola lo de que se pueda hacer en la sartén... ¡Lo que voy a aprender yo en este blogs! :)

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    1. Un día nos montamos un taller de pan y lo celebramos comiéndonoslo con morcilla :)

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  2. Perfectos y casi puedo saborear ese crujiente, me encantan y así tan bine explicado, me lo apunto para acompañar a los próximos pinchitos morunos. Un abrazo!!!

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    1. No había pensado yo lo de los pinchitos...Este fin de semana caen con más panecillos de esos y un tabbouleh, seguro. Así me gusta, dando ideas :) Besos!

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