10 de julio de 2015

Magdalenas de cereza y chocolate


Todavía recuerdo cuando encendía el horno después de las ocho de la mañana y el mejor sitio para pasar el día era la cocina con su calorcito reconfortante. Ahora si paso por delante de la puerta de la cocina cruzo los dos índices mientras digo vade retro Satana. Pero aún así reconozco que no puedo evitarlo, por mucho que me dijeran que con la comida no se juega nunca hice demasiado caso y, la verdad, me entretengo más cocinando que jugando al Pictionary (aunque esto último depende del que dibuje en la prueba de pintar).
Lo que me sorprende es que con los pezuños que tengo en lugar de manos algunas cosas me salgan más o menos decentes. Y no hablo por hablar. Me das unos folios de colores y me dices que haga una composición y como mucho los corto para hacer moldes de magdalenas cuadradas. Pero tengo unas amigas que llegaron las primeras al reparto de habilidades manuales.

Estas magdalenas aparecieron por arte de gula una mañana en la que una de ellas, Nuria, de Nuriadas, ¡por fin!, decidió ir a vender sus scrapcositas a una feria de artesanía. Hice una bandeja de ellas y se las llevé a su puesto para darle todo el ánimo del mundo. Se merecía esto y más por echarle narices al asunto y confiar en ella misma (que de esto andamos escasos). Estaban muy buenas y yo por si acaso repetí receta.


Para 12 magdalenas

180 g de harina leudante
1 cucharada sopera de levadura
1 huevo L
60 g de azúcar de abedul (o normal o equivalente en edulcorante)
60 ml de aceite vegetal
100 ml leche
1 y 1/2 cucharadas soperas de cacao desgrasado en polvo (podéis echar más si sois chocolateros)
un chorro generoso (o dos) de kirsch (licor de cereza)
12 cerezas cortadas a la mitad deshuesadas
fideos de chocolate para decorar


En el vaso de la batidora echamos el huevo con el azúcar y batimos hasta que espume. Agregamos ahora la leche (con el cacao disuelto en ella), el aceite y el licor. Batimos de nuevo. Poco a poco vamos incluyendo (en tres tandas) la harina con la levadura tamizada hasta que nos quede una mezcla homogénea. Si tenemos tiempo dejamos la masa reposar en la nevera un par de horas. De este modo nos quedarán más esponjosas. Vertemos la mezcla en los moldes, colocamos media cereza en el centro y espolvoreamos los fideos de chocolate. Introducimos 30 minutos en el horno precalentado a 180º. Sacamos, dejamos enfriar y ¡a disfrutar!

11 comentarios:

  1. Ole!!!!!! Ricas no, riquísimas! Doy fe jeje Mil gracias por un detalle tan chuli que con el calorazo que pasamos nos alegro el día. No llegarias el reparto d manualidades pero definitivamente nos pusimos en colas diferentes porque al de cocinilla ibas la primera. MuaKiss! Deseando estoy de probar el de jdt jeje

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    1. Jajajajajaja ya sabes que lo que es el gorderío se nos da de maravilla. Aunque empecemos temporada de abstención no te preocupes que alguna cosilla ligerita caerá! Se acabó lo que se daba...ains...Un besazo en tol cogote!

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  2. Silvia que lujo, tener amigas como tu, así toda en plan Wisteria Lane, pero sin estar tan desesperadas ja, ja, ja,...
    No solo le echas flores a Nuria, que por cierto bien merecidas que acabo de pasar por su blog y valla cosas chulas que hace, sino que la agasajas con una magdalenas dignas de Oriol Balaguer, jejeje... Te han quedado tan chic, con su cerecita tan mona, y los ingredientes , ese azúcar de abedul, no me digas que no es una pijadita, jajaja...para que te pregunten tus amigas: Silvia guapa, que azúcar me dijiste que llevan blanco o moreno?, y tu ahí toda henchida del orgullo, sueltas de abedul bonita, de abedul, jajaja.
    Ay pero merece la pena hasta pasar calor, para hacer felices a los demás y de paso también a una misma, porque seguro que te has zampado alguna, o no?
    Besos guapa y feliz mañana!!!

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    1. Puedo prometer y prometo que mi plan Wisteria Lane incluye un puñado de mujeres desesperadas, y yo la primera jajajaja Pero es desesperación a la española. Con aceitunas, tortilla y una cervecita fresquita se apacigua el drama y todos tan felices. (Y unas magdalenas que tampoco se las salta un gitano). Balaguer mucho blablabla pero aquí no ha llegado nada de lo que hace. Así que mensaje para Oriol Balaguer: Queremos unas muestras gratuitas de lo que sea, que tampoco somos exquisitas. jajajaja ¡Cómo lo sabes! (lo del azúcar jajaja) Aunque en realidad es así, yo llego y digo (así con pose de pavo real): "Estas magdalenas llevan azúcar de abedul". Entonces la gente me mira, me ignora y se comen las magdalenas. Creo que para la próxima le voy a echar saltamontes a las magdalenas, a ver si me ignoran tanto jajaja ¿Acaso dudabas de que le metí la zarpa a un par de ellas? Que salen 12 del horno, pues llevo 10 porque 2 se han caído al saco roto que tengo por estómago. Luego me quejo de que si los cuerpos cambian, que si tal, que si pascual jajaja ¡Sin remedio! Un besazo!

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  3. ¡¡Hola Silvia!! Pues ya puede hacer una ola de calor de 50 grados, que yo sigo encendiendo el horno. Afortunadamente, tengo la cocina más agradecida del mundo, en verano es fresca y en invierno caliente, así que de momento, mi horno sigue en funcionamiento. Y si lo que hay que hornear son unas magdalenas tan ricas como estas, ¡¡lo enciendo ahora mismo!! Pues para tener pezuños en vez de manos, la repostería se te da de 10, je, je. Besitos.

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    1. ¡Qué envidia de cocina! No lo digas muy alto que me presento allí con 80 masas y me vuelvo loca con tu horno jajajaja La verdad que al final a mí me puede la gulilla y termino ignorando al calor, aunque cuando entro a la cocina me derrito como un polo de esos del chino. Pero ¡hay que ser fuertes! jajajaj Un besazo!

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  4. Hola Silvia. Qué valiente utilizando el horno, pero la verdad que el objetivo merecía la pena. Te han quedado unas magdalenas deliciosas. Feliz finde. Bstes.

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    1. La verdad que encender el horno con estas temperaturas es digno de un virtuoso o, en mi caso, de una golosa empedernida jajajajaja Besoos!!

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  5. Si es que eres buena gente -oño !!!
    Por las amigas, lo que haga falta ¿verdad? siempre se merecen lo mejor.
    Y estas magdalenas, no solo me parecen exquistias, sino una demostración de tu cariño. A mí me traen una bandeja así, y te lleno de besos como las abuelas, de esos sonoros que los oye hasta la vecina del quinto jaja
    Y con azúcar de abedul, no sabes las maldades que llevo hechas con ella, y lo contenta que estoy.
    Besotes regordos mi niña, feliz Domingo.

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    1. Ay, Nuria!! No me digas eso que se me sube el papo como a los gallos jajajaja Pero oye, un detalle de estos suben el ánimo a todo el que se preste y que ¡para eso estamos! Aunque lo del karma sea trola merece la pena igual. ¡Que le den al karma por donde amargan los pepinos! Yo desde que me descubriste el azúcar de abedul te prometo que casi no uso otra cosa, queda todo que da gusto y lo que nos ahorramos en lorcerío no está escrito! jajajaj Un besazo enorme!

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  6. Te han quedado preciosas!! que ganas de llevármelas ;) besets

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