2 de octubre de 2015

Yogur de piña en su jugo



Desde pequeña, la piña siempre ha sido la invitada de honor en los festejos navideños: cortada en rodajas y con azúcar. Fin de la elaboración. Poca piña más se comía el resto del año. Y el caso es que nunca fue santo de mi devoción. Recuerdo que en los veranos de mi infancia en Galicia su versión en almíbar (junto con el melocotón) eran la posibilidad de un postre refrescante. Digo posibilidad pero era más bien objeto de disputa:

"- Mi abuelo: ¿Abrimos un bote de piña/melocotón?
- Comensal X: Si hay fruta fresca y yogures.
- Mi bisabuela: ¡Abre un bote, hombre!¡No preguntes que entonces no se come!"

Inmediatamente un bote se abría y todos torcíamos el morro y decíamos entre dientes: "Si es que no me apetece". Y así se mantiene la tradición verano tras verano. Que dan ganas de esconder los botes dentro de la barrica de 500 litros de la bodega. Pero ese tipo de cosas le hacen a uno sentirse en casa.

Por todo esto tardé bastante tiempo en ir yo a comprar piña enlatada. Pero lo hice porque, de repente, la piña me encanta. Y en un arrebato de limpieza de la despensa pensé en hacer unos yogures con ella. El resultado, como en todos los yogures que son de lo mas agradecido, rico, rico y ¡a la nevera!



Para 7 yogures

1 litro de leche desnatada
1 yogur natural desnatado
2 ó 3 cucharadas soperas de leche en polvo
120 g de piña en su jugo
50 g de azúcar o equivalente en edulcorante (me gustan más sin azúcar)

Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y mezclamos. Vertemos en los vasos de la yogurtera y dejamos 10 horas. Retiramos a la nevera al menos 4 horas antes de consumir. ¡A disfrutarlos!

16 comentarios:

  1. Pues vaya idea más buena!!! En casa de mis padres por Navidad también tomábamos piña de postre, y a mi sí me gustaba. Me acuerdo que un año le echamos Cointreau por que mi madre lo había visto no sé donde. Y estaba buenísima, claro que ya tenia yo, 18 años, jajaja. A ver si nos ibamos a emborrachar.
    Ahora también sigo comprándola por qque a mis hijos, les gusta.
    La idea de usarla para hacer yogur me parece estupenda, la probaré.
    Un beso

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    1. Jajajajaja clásico donde los haya. Lo que no sabía yo es que estaba tan extendido. En mi casa nunca se les ocurrió echar Cointreau aunque de vez en cuando si que le ponían orujo. Pero sólo los mayores, que los niños con el subidón de azúcar teníamos bastante como para ponernos alcohol y tener que escuchar más tonterías de las que usualmente decíamos jajaja Si es que la piña en lata es un salvavidas para todo, oye. Y yo, a día de hoy, agradezco que exista como la que más! jajaja Besoos!

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  2. A mi el yogur me encanta y la piña también... aunque no la como tanto como quisiera... pero creo que en este yogur casero, natural y tan refrescante, hace la combinación perfecta! Buena elección, un beso guapa!!

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    1. A mí me pasa que a veces me vengo arriba y compro una piña natural entera y luego claro, me la tengo que comer yo sola jajaja Así que pasa bastante tiempo hasta que vuelvo a comer piña. Por eso la piña enlatada a veces me soluciona la pereza de saber que voy a tener que estar una semana entera comiendo piña y me quita el antojo tonto. Un beesazo!

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  3. Silvia hija, si es que parece que estamos todas cortadas por el mismo patrón, esta es la España del Cuéntame..., pero la de verdad, que estaba fascina leyendo tu historia, y es que me estaba viendo a mi, y a mi familia, tal que así, en Navidad, o en cualquier época del año, porque cuando uno pregunta, ¿qué tal si abrimos una lata de fruta en almíbar?, todo el mundo se mira con cara de " a mí no me mires, que yo no he sido", pero excusas son, nada más que excusas, porque es ponerla en la mesa y volatilizarse como el fuet, que como te descantilles, y te quedes rezagada en la cocina lavándote las manos, mientras aprovechas para ir metiendo los platos en el lavavajillas, te quedas sin nada, vamos que las rodajas de piña, vuelan cual platillos volantes, directo al buche, de los que no querían saber nada, ja, ja, ja...
    Y ese yogur, ¡la madre!, que bueno,mira que hace años que no tengo yogurtera, porque mi padre, un día, se le ocurrió tirarla pensando que no servía para nada, pero los tarros los guardo, pues le parecieron muy prácticos, no se para que, pero ahí los tiene, guardados en su trastero, como si fueran el santo grial. No voy a tener más remedio, que comprarme la yogurtera, je, je, je...
    Besos guapetona, ¿y esta semana que te ha pasado? Te he echado de menos.

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    1. Jajajajajajajaja El momentazo en el que alguien pregunta y el pensamiento y miradas del resto son el mejor poema de la fruta en almíbar jajaja De verdad que me encanta saber que no éramos la única familia en continuo conflicto y aunque alguna vez pensé en preguntar a otras personas al final nunca lo hice. Por eso me alucina leer que todos estábamos igual. En España, en Navidad, había un millón de personas preguntando si sacaban la fruta en almíbar y 39 millones que en vez de hacer complot y decir que no hacían lo que ordena el cura (ver, oír, callar) y se le añadía el extra de: comer jajajaja Eso sí, lo que tu dices, te lo comías y te quedabas tan pichi. Que en el fondo hasta agradecías la pregunta inicial jajaja

      Yo con la yogurtera hice un poco el idiota. Un día haciendo limpieza me encontré con una del año catapún que sería de mi bisabuela. El tema es que dentro de los botecitos estaban los hongos. Esos hongos deberían llevar ahí más años que carracuca y no es que fueran negros, es que eran una cosa...jajajaj no te lo puedo describir. Al ver eso, cerré la tapa y la tiré sin pensarlo ni medio segundo al cubo de la basura. Así, sin miramientos.
      A los dos años me entró la perra con los yogures y todo lo que pasaba por mi cabeza era un sentimiento de arrepentimiento jajajaja Así que un día encontré una barata y me dije: "¡ésta es la mía! Trasto pa casa!" jajajaja Y desde entonces hasta hoy cada vez que la saco para hacer yogures (un par de veces a la semana) me acuerdo de aquella otra que tiré y me comen los demonios jajaja Lo bueno es que si consigues el bolso de Mary Poppins y lo pones en la cocina te puedes comprar una yogurtera y usar también los botes que guarda tu padre. Que yo he tenido que ir a comprar más y me dolió el alma y el bolsillo! jajajaj Un beeeeeeeeeeesazo!

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  4. ¡Buenos días Silvia!

    Da gusto empezar un viernes, que ya son bonitos de por sí, leyendo estas historietas ¡la de recuerdos que traen!

    Es curioso pero creo que en todas las casas hace unos años la piña y el melocotón en almíbar eran postre "obligado" sobre todo porque nadie decía que no pero tampoco que sí y al final acababan abriéndose las dos latas (yo recuerdo sobre todo unos botes enormes de melotocones en almíbar que además eran bastante caros y muy apreciados por las personas como mi abuela) y todo el mundo comiéndose la fruta aunque sin ganas.

    También recuerdo perfectamente que era el postre en bodas junto con la tarta nupcial y un poco de nata montada ¡qué tiempos aquellos!

    Reconozco que soy más de piña que de melocotón en lata porque la piña la uso además de en postres en ensaladas así que en casa casi siempre hay una lata.

    Yogures nunca he hecho. No tengo yogurtera y aunque a veces he tenido la tentación de comprarla al final nunca lo hago porque tampoco me atrae mucho y hay otros chismes que me hacen más gracia y hay que elegir porque en la cocina no cabe todo. Eso sí, seguro que tus yogures están de muerte

    ¡Besos mil!

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    1. ¡Es tan cierto lo que dices! Nunca llegaré a entender esa casi obsesión de los abuelos por, sobre todo, el melocotón en almíbar. Nunca pregunté cuál era la razón, pero supongo que estará asociado al periodo de posguerra. No te puedo decir pero lo que sí voy a hacer es preguntárselo a mi abuelo porque de verdad que tengo gran curiosidad.
      Yo también recuerdo comer melocotón en las bodas en aquellos años junto con la tarta. ¿Y sabes qué? Que no sé porque ya no se hace porque era la fruta asociada a los momentos festivos que nos ponía a todos de un humor propicio. Era una maravilla. Pero claro, eso te lo digo ahora jajajaja En el momento era un: "¿otra vez?" jajajajaja y pasaba por la garganta con obligación. ¡Ay cómo me gustan estas cosas!

      La yogurtera yo me la compré así un poco por ver qué pasaba y porque no era cara. Lo bueno es que resultó que le doy un trote que no cuento. Eso sí, tengo tantos trastos de cocina que ya he llegado al límite de tener que valorar minuciosamente si me compro uno más o no...Vamos, que me quedaré con las ganas de la gofrera toda la vida jajaja

      Un besazo grande!

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  5. ja, ja, Silvia, pues en mi casa el día de Nochebuena se sigue sacando el melocotón en almíbar y la piña (bueno, y con un flan). Menos mal que últimamente ya voy llevando algún postre distinto. Pero bueno, en mi casa esa noche somos muy pocos, es al día siguiente, en navidad, cuando nos juntamos todos y sacamos toda la artillería gastronómica, ja, ja.
    Yo también hago yogures con una yogurtera que me dio mi madre casi tan vieja como yo. Los que más me gustan son los naturales, pero bueno, ya me has dado una buena idea para cambiar un poco el tipo de yogur, que ya toca. Besitos.

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    1. ¡Isabel! Que me parto con lo del flan. Que por aquí es lo mismo. Eso sí, si hay flan entonces lo que va al lado es el melocotón y un troncho de nata (y si es de esa malísima de spray, mejor jajaja). Siempre se abre la piña pero es como esa amiga que cuando quedas en grupo no te cae mal pero si no está no pasa nada jajaja Pobre piña, ella siempre está para nosotros y la abandonamos por un melocotón. Y aquí lo mismo da que haya 40 postres distintos que en Navidad, haya lo que haya, el flan y el melocotón son obligatorios. Y después lo que es obligatorio es el paseo de rigor para bajar todo lo que te has tenido que meter al estómago con la frasecita: "pero comed, que si no se queda ahí" jajajajja Y así todos los años, estamos condenados! jajajaj Un besuco!

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    1. ¡Y tan ricos que no han caído sólo una vez! jajaja Besos!

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  7. ¡¡Hola Silvia!! Por lo que leo en el resto de comentarios, parece que todos y cada uno de nosotros pertenecemos a la misma familia. Y es que me sumo a los que familiarmente y sin lugar a cambio posible, ingeríamos la piña en fiestas navideñas, aunque en el caso de mi familia, teníamos, gracias a la labor inconmensurable de mi tía Ángeles, el rocíar tamaño fruto subtropical con un buen chorreón de Cointreau, palabra que creo, fue la primera que aprendí del francés y de la que, hoy en día escribo sin que haya lugar a dudas a pesar del puntillo que cogía desde tan temprana edad; bendita tía, no sé si será consciente de cuán feliz me hizo y qué me gusta la Navidad desde entonces. Creo que fue este "matiz" el que faltó en tu casa para hacerte fan de la piña.
    Bueno hablando de tus yogures caseros me imagino que deben estar de vicio aunque sinténdolo mucho me sumo al equipo del comensal X (me encanta este apodo, es total) y me quedo con la fruta fresca, aunque no le hago ascos a un yogur casero como el tuyo que debe saber a gloria.
    Besucos y feliz fin de semana.

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    1. ¡Pero esto qué es! que por lo que estoy leyendo lo del Cointreau era una moda que yo me perdí de todas, todas jajajaja Que tienes razón, así vivía yo con indiferencia hacia la piña! Oye, tu tía tiene toda mi devoción y admiración por echarle narices y Cointreau a la piña de los niños. Que si ya cuando somos pequeños somos objetivamente un poco plastas (y más cuando hay reuniones familiares y mucha gente) si encima nos dan metralla es para plantarla en un altar. ¡Eso es hacer feliz a todo el mundo! Claro que sí! jajajaj Aunque igual su estrategia consistía en mandaros a dormir la mona (cosa de la que tomo nota y me apunto jajajaja) Besuuuucos!

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  8. hola!!! la semana pasada ya saqué la yogurtera para esta temporada. Yo también le añado leche en polvo porque me gusta mucho más como queda el resultado final, que gusto, verdad? tomarte estos yogures mucho más buenos, quedan muy bien!
    un beso!! feliz semana :)

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    1. Hola Silvia! La verdad que yo la tengo todo el año funcionando porque me dije que tenía que ser capaz de controlar los tiempos de fermentación en verano, que no son iguales y como me descuide me aparece una capa de suero de medio yogurt jajajaja Y tienes razón, la textura que deja la leche en polvo los mejora muchísimo. Vamos, que merece la pena de todas todas! Se quedan tan cremositos! ¡qué ricos! me voy a por uno que es hora de desayunar :) Besoooos!

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