4 de noviembre de 2015

Bebida de soja



Dicen que en la variedad está el gusto. Esto, como todo, depende del gusto. Porque no es ninguna novedad que nos encontramos en un mundo de patrones a todos los niveles, incluso en los comportamientos sociales. No digo que nos dediquemos a hacer el mal en el mundo pero, de vez en cuando, toparme con el espacio fuera de la norma me arrastra de vuelta al mundo.

Diréis ¿y de qué habla la loca de los peines que ya está desbarrando? Hablo de una cosa con la que todos, unos más y otros menos, nos hemos encontrado: gente que canta por la calle a las 9 de la mañana a pleno pulmón porque sí, porque ellos lo valen (yo para eso no valgo). Que a veces, clara y desafortunadamente, se puede ver que pasa algo más en el fuero interno de esa persona que le hace comportarse de esa manera (y puede uno hasta sentir cierta misericordia). Pero, en otras ocasiones, esos cantos son rupturas de las rutinas.
Un señor de unos 70 años, por mitad de una de las calles principales, que ni corto ni perezoso empieza a cantar "viva el vino y las mujeres" desgañitándose hasta el higadillo porque se acaba de encontrar con su mujer saliendo del portal de su casa con el carro de la compra. ¿El resultado? Toda la gente que transitábamos alrededor riéndonos a carcajadas mientras la buena mujer le decía a su marido: "¡Manolo!¡Haz el favor que nos están mirando!".
Y yo no puedo más que agradecer a todos los manolos del mundo (a los zapatos no, que esos no cantan) sus melodías fuera de contexto. ¡Gracias!

Y como decía al principio, en la variedad está el gusto. Y cuando eres medio intolerante a cosas básicas como la leche tiendes a desarrollar el gusto por alternativas (¡qué remedio!). Al principio la bebida de soja me causaba un profundo rechazo pero, poco a poco, fui cogiéndole el gusto y ahora es algo que suelo tener siempre en casa. Como sucede con el resto de bebidas vegetales elaborarlas uno mismo da un resultado muy bueno y ya de paso te aseguras de que no tiene nada raro entre sus ingredientes.




Para un litro aprox.

125 g de habas de soja amarilla ecológicas 
1 l de agua mineral
sirope de dátiles o cualquier endulzante (opcional) 


Lo primero que haremos será lavar la legumbre y dejarla en remojo unas 12 horas. Ahora, con las manos limpias, y si la soja no viene pelada, retiramos las cáscaras. Podemos dejarlas pero le darán amargor a la bebida. Las volvemos a lavar y las ponemos a cocer con el agua media hora controlando la temperatura. Es importante que no pase de 80º grados para que no se nos forme un espumoso de Navidad.  Pasado el tiempo trituramos/batimos la legumbre con el agua. Sacamos y vertemos sobre un colador con una gasa. El líquido es la bebida de soja que si queremos podemos endulzar, con sirope de dátiles queda fenomenal, y los restos de la soja triturada, que se conoce como okara, lo guardaremos para otras elaboraciones. ¡A disfrutar!

16 comentarios:

  1. ¡Qué alegría! A mí me canta mi santo, por la mañana en medio de la calle, y lo mismo me da que sea una burlería que un tango, yo tiraría a la deriva, por no decir ninguna palabra malsonante, que a parte de no ser horas, tampoco es mi estilo, el carro de la compra. Pero en definitiva, que me marcaba unos pasos, y ya de paso, me lo comería a besos, porque hay que ver lo bonito que se ve a los demás haciendo esas cosas por impulso, que aunque te arranque la risa, en el fondo lo que una siente es pura envidia porque te gustaría ser tu la protagonista de tanta dicha y tanto amor, en plena demostración pública, de la devoción que tu chico siente por ti.
    Más espontaneidad, y menos pensar en si se està haciendo el ridículo, y las cosas se verían se otro modo.
    En fin preciosa mía, que como soy una romántica ninguna demostración ostentosamente afectiva, me parece mal, es más, cuanto más mejor.
    Y sobre la soja...Mejor lo hablamos luego, que a mí me pasa lo mismo que a ti en tus comienzos, es verla y producirme urticaria,desde lejos, jejejeje....
    Besitos y me voy a por tu bund cake con un café de los de toda la vida, ¡si me has dejado algo!...ja, ja, ja....

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    1. Jajajajajaja que te imagino ahí dándolo todo y me parto ¡ole tú! claro que sí! con tres pares! Yo es que soy más de género tonto, me da (casi) todo vergüenza (comerme lo último de un plato no me da ninguna jajaja) Si es que yo creo que soy un poco psicópata (entiéndeme) en esos ámbitos. No me gusta nada demostrar nada en público. Vamos que para mí lo privado es privado y lo público es privado también (si aplicara esto a los negocios estaba forrada jajajaj una pena que con eso no piense igual). Que yo no bailo ni en las fiestas del pueblo, con eso te digo todo. Más rancia que Doña Rogelia jajajaj Pero tienes razón, dejarse llevar un poco siempre tiene sus cosas buenas (que alguna vez lo he hecho y luego tan pichi me he quedado).
      Vale, dejamos el tema de la soja a ver si te vas a poner mala y eso tampoco lo queremos jajajaja
      Beeeeeeeeeeesazos gigantes!

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  2. El amor, y sus demostraciones en público (siempre con un límite, me retiro) es lo más bonito que existe en el mundo... y que tu hombre cante y te baile en medio de la calle, reconozco que me daría vergüenza, pero en el fondo de mi ser me moría de amor por él y me encantaría... Al principio de mi relación con mi marido, me daba reparo hasta que me tomara de la mano en público y mucho menos que me besara... sí, no pienses que he salido de una película de la Edad Media... jajajaja! Es que no estaba acostumbrada y pensaba que eso era mejor para cuando estábamos solos... pero ahora ya todo es distinto y me encanta que me piropee o me acaricie las mejillas cuando estamos por la calla; es más, es que no podría vivir sin ello en este momento... En fin, cada persona y cada pareja es un mundo... pero ahora vamos a por tu estupenda leche de soja. Yo al principio de ser vegetaría la hacía mucho, pero ahora considero que hay marcas no trangénicas, ni con azúcares añadidos que están bastante bien. Así que para qué pegarme el trabajo de hacerla... no obstante, reconozco que darse un gustito de vez en cuando no está mal. Un beso guapa!

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    1. Jajajaja ¡ay Pilar! que yo soy como eras tú, que a mí me da todo vergüenza en lo que a demostraciones afectuosas se refiere. Pero todo, todo. Vamos, que yo sólo doy la mano si las tengo heladas (para aprovechar el equilibrio térmico de las leyes de la física jajajaj que no voy a tener que padecer yo todo el frío del mundo. Faltaría más! jajaja)
      Así que te comprendo, que no has salido de la Edad Media aunque igual yo sí y todavía no lo sé jajaja Me alegro mucho de que hayas sido capaz de cambiar esas cosas porque a la otra persona le correspondes sus muestras y eso siempre da complicidad (yo ya te digo que soy más rancia que una caja de galletas que lleva tres meses abierta).
      Y de la leche de soja es verdad, hay marcas buenas y con muy buen sabor pero es que a veces tienen un precio que parece que es el agua con pepitas de oro, y ¡mala que me pongo de verlo! jajajaj Así que de momento yo sigo en mi pobreza pensando con infinito tesón que lo de casa está mejor jajajaj Besazooos!

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  3. La verdad es que las muestras de amor siempre son muy agradecidas, pero es cierto que yo soy para esas cosas muy vergonzosa y me pondría roja como un tomate y seguro que le regañaría entre risas. Pero que bien que te demuestre espontáneamente el amor que te tiene tu maridin o novio de esa manera. Vamos que es para darle un montón de besos.
    En fin, la leche de soja, la tomo de vez en cuando, pero es verdad que mucha gracia no me hace, pero es muy buena y yo que estoy con la premenopausia dichosa, la tomo por si me ayuda.
    Además es que la leche de vaca tampoco me gusta sola, he de tomarla con té o café, con lo que casi que la prefiero. Asi que me la guardo para cuando tenga ganas de tomarla.
    Un beso

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    1. jajajaja yo soy como tú, me da vergüenza hasta que me llamen a gritos en la calle. Si alguien silba o chista nunca miro (aunque sepa que es a mí) jajaja Así que no me quiero imaginar lo que haría si me cantan por la calle, igual me metía a un hoyo para no salir nunca más jajajajaja
      Si que es verdad que dicen que la soja ayuda con el tema hormonal (a mí me la recomienda mucho la ginecóloga y la endocrina, aunque suelo hacer lo que me sale del alma porque a veces me cuentan cada chorrada que me quedo muerta), esperemos que te sirva porque toda ayuda es poca para ese momento (yo es que por temas hormonales estoy un poco como tú aunque no haya cumplido los 30 todavía jajaja ¡cuerpo serrano el mío!).
      Besoooooos!

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  4. Yo también quiero que alguien cante a mi paso camino del trabajo por la mañana bien temprano, aunque igual no estoy en el mejor momento para "merecer" piropos con mi incipiente barriga de embarazada (aunque yo creo que estoy más estupenda que nunca y no me importaría seguir así ¡cómo se nota que ya no tengo abuela que mi piropee)

    Esta gente que a veces hace que nos riamos igual es más feliz (o más loca, que nunca se sabe) que nosotros y no está sujeta a convencionalismos y normas sociales y hace lo que quiere y cuando quiere sin hacer mal a nadie y en el fondo nos acaban alegrando el día a los que nos cruzamos con ellos porque nos dan de qué hablar al llegar al trabajo o a casa.

    En cuanto a tu receta a mí la leche de soja me gusta, aunque al principio le ponía Nesquik (supongo que "temía" que supiera a vaca (si una chorrada mía) como la leche tradicional) aunque ahora la tomo tal cual. Yo la sigo comprando porque no sé donde encontrar las semillas de soja ¡tengo que mirarlo en serio y hacerla en casa!

    ¡Besos mil!

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    1. ¡Anda! Pues claro que estás en el mejor momento para que te canten y te digan cosas bonitas, ¡qué leche! Que además no es que lo creas, es que en general las mujeres embarazadas están más guapas. Tema hormonal supongo, vete a saber, pero es cierto.
      Yo soy fan incondicional de todas esas personas que hacen lo que les sale del alma por la calle. Siempre y cuando no sea ofensivo o moleste directamente a alguien, que a veces dan ganas de tirarle piedras a la gente. Pero no suele ser desagradable y yo me reconcilio un poco con el mundo viendo estas cosas.
      Pues te digo, yo la soja la compro en el herbolario. Vamos y no es que vaya a uno en concreto siempre, que a veces ando lejos de casa y me paso por el primero que me cruzo. Raro es el sitio en el que no tienen. Igual es cosa de aquí y por eso no tengo problema en encontrarla. No te puedo decir. Pregunta a ver.
      Un beeesaaaazo grande!

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  5. ¡¡Hola Silvia!! ¿Cómo que los manolos (zapatos) no cantan? ¡¡Vamos si cantan!! ¡¡Pero cientos de euros!! Esos son como los niños de San Idelfonso, seguro que si vamos a la tienda (hay que imaginar mucho) y levantas un zapatos y le dices a la dependienta cuanto vale, ella va a cantar que no veas, y así con cualquier zapato de la tienda, y hasta te cantan el gordo, ja, ja.
    A mi me gustan todas, la leche de vaca, almendra, soja...¡¡la de cabra no!! Que ha esa le tengo fobia desde que era pequeña e iba a casa de mis abuelos y no había de otra. Me llaman mucho la atención las bebidas estas caseras, pero aún no he hecho mi propia versión, siempre digo que voy a hacer una pero pasan los días y nada. Me gusta como te ha quedado, ¿me invitas a un sorbito? Besitos.

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    1. Jajajajajjaja Isabel! Que me parto contigo! Las que cantamos somos nosotras que no nos cierran el pico ni debajo del agua (y así tiene que ser! jajajaj). Pero ya ves que si cantan los zapatos, cantan un número horrible. Vamos que prefiero el cántico de los niños de la lotería, que aunque no me toque nada por lo menos tampoco me toca pagarlo jajaja Un besazo grande (jajajja me sigo riendo! jajaja)

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  6. Pues a mi también que me gustaría que me cantará mi manolo al levantarme por la mañana, que no se si me lo tomaría a bien o a mal, ja,ja, ja , lo que si se que me gustara es la bebida tan rica que nos traes hoy, que llevo buscando habas de soja por aquí y no hay manera de conseguirlas.
    Un besito enorme y feliz semana.

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    1. ¡Hola Manoli! jajajajjaja a mí que no me despierten cantando que no respondo de mis actos jajajja Si es que por las mañanas hasta que no me dan café no soy persona! Por cierto, que la soja yo la compro en los herbolarios sin problema, así de paso me aseguro de que sea ecológica. Un besazo!

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  7. hola!!! pues que novedad es para mi tu receta, porque a mi si que me gusta la bebida de soja, ahora eso si, es como lo que me comentabas en lo del queso fresco... según que leche compres te da un suquillo raro.. jeje. Bueno pues con la soja yo he comprado cosas horripilentas y cosas buenas, y me gusta. Pero en plan casero ni idea de cómo hacerlo, asi que ya me quedo con tu receta y espero hacerlo alguna vez, ya se por adelantado que me gustará. Besos!!!

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    1. ¡Qué razón tienes! Anda que no he probado yo bebidas de soja que daban ganas de tirarlas por el fregadero. Que al final me la acababa tomando porque oye, ya que la había comprado. Y a algunas les ponen tanto azúcar que deja de tener hasta de sabor a soja, es increíble! Beeesos!

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  8. Que viva Manolo, el vino y las mujeres !!! jajaja
    Hace millones de años, la hacía en casa. La tuya, insuperable.
    Besotes.

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    1. jajajajajjaja ¡vivaaaaaaaaa!!! jajajajaj Claro que sí! ¿qué sería del mundo sin los manolos de rigor? Pues nada, una sosería, para qué engañarnos. Aunque si a mí me tocara un Manolo igual me daba un jamacuco de vergüenza, que soy yo muy tonta para esas cosas jajajaja Un beeeesazo grande!

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