Os voy a contar la historia de cómo descubrí estas tortas. Una tarde fui a la carnicería halal a buscar sémola. Desafortunadamente no estaba el carnicero de confianza que siempre sabe lo que le pido y muy amablemente me cuenta cosas que puedo hacer con algunos productos que vende en su tienda. Pues bien, como digo, en lugar del señor de siempre había un chico joven con cara de tiesto y de haber estado viendo el show de hipnosapo durante 5 semanas seguidas. En principio a mí me da lo mismo la cara que tenga una persona y lo que vea en la tele. Hasta que me afecta. Cuando me preguntó qué quería le dije: "un kilo de sémola media". Y entonces él empezó a repetir una palabra con tono de interrogación: "¿jarsha?¿jarsha?¿jarsha?". Sí, señores, parecía un vinilo atascado. Yo no entendía, obviamente, lo que me decía y le miraba con cara de: "say what?". Le repetí lo que quería y me condujo por la tienda a una zona con sacos de harinas y sémolas. Le señalé el saco de sémola, me la puso y me fui con esa sensación de estupidez intrínseca que nos brindan las situaciones raras.
El caso es que llegué a casa y decidí preguntarle a Mister Google qué narices era eso de "jarsha", porque se me había quedado grabada la cantinela del muchacho. Y entonces encontré que era algo que existía y que el chico, aunque estuviera en todas las lunas de Júpiter a la vez, sabía lo que decía. Resultó que la harcha es una torta/pan plano típico de Marruecos que se come sobre todo en Ramadán. Son muy versátiles, se pueden rellenar de dulce (miel o mermelada) o de salado (quesos, verduras). Así que busqué el modo de elaborarlas y las hice, en mi caso, rellenas de queso, pavo y lechuga. Sí señor, ¡muy ricas!. Así que, desde aquí, le doy gracias al dependiente empanado y comparto con vosotros la receta.
Para 4 harchas:
250 g de sémola de trigo de molienda media
2 cucharadas soperas de azúcar
1/4 cucharada de postre de sal
3/4 cucharada de postre de levadura química
100 g de mantequilla (yo puse margarina ligera)
100 ml de leche (depende de la absorción de la sémola)
Mezclamos todos los ingredientes secos. Derretimos la mantequilla y añadimos a la mezcla de secos. Una vez esté integrada vamos añadiendo la leche mientras amasamos con las manos. Es una pasta granulosa casi compacta, que no se desmenuza mucho, lo que nos tiene que resultar. Dejamos reposar 5 minutos. Ahora hacemos 4 porciones y damos forma de torta. Podemos ponerlas sobre papel sulfurizado para que no se pegue a la superficie en la que vayamos a dejarlas antes de cocinar. Calentamos una sartén con el fuego alto. Una vez caliente bajamos al mínimo y ponemos las harchas. Cocinamos unos 5 minutos por cada lado. Servimos calientes acompañadas de lo que más nos apetezca.
Hola Silvia:
ResponderEliminarTe he seguido la pista desde el el blog de Inma ( A falta de lexatin...) y como lo primero que me encuentro es un pan, y a mí es un temita que me pierde, he pensado que es un blog estupendo para hacer una buena parada y quedarme.
Un pan delicioso que no conocía, tengo sémola en casa, no tanta, pero para quitarme la curiosidad si, así que ya te contaré.
Oye, encantada de conocerte y ya nos seguiremos viendo, que me gusta las cositas que hay por aquí.
Besotes mi niña, feliz día.
muchísimas gracias por compartir esta receta,me encantan estas tortitas pero nunca las he hecho, así que otra recetita tuya que me llevo, un besote!!
ResponderEliminar¡De nada! Están muy buenas y yo casi que no daba un duro por ellas! jajaja beso!
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