De lo que se come se cría. Y así estoy: hecha un cardo. Pero un cardo de los bondadosos (cof cof). Al tema, que me pierdo. Los cardos, para mí, son la versión directa de las pencas de acelga o de la berza. Siempre que como acelgas (me pasa igual con las berzas) voy, primero, en búsqueda y captura de las pencas. Me encantan. Así que cuando soy capaz de vencer a la pereza (porque limpiarlos es un tostón cuántico) me hago con unos cardos. Añadirle harissa a las verduras es un +200 en sabor. La harissa (para el que no sepa de qué hablo) es una salsa picante a base de una guindilla de picor suave que se utiliza en la cocina árabe, sobre todo en carnes y en cous-cous. En verduras aporta un sabor estupendo debido a las especias que también lleva. Lo bueno de esta salsa es que ya la podemos encontrar en grandes superficies.
Os dejo con la receta.Para 1 ración:
225 g de cardo
1 cucharada de postre de aceite de oliva
sal al gusto
2 cucharadas soperas de tomate natural triturado
2 hojas de laurel
1 cucharada sopera de harissa en pasta
1/2 cucharada de postre de tomillo seco
Cocemos el cardo en agua con las hojas de laurel. Retiramos. Calentamos aceite en una sartén y añadimos el tomate triturado. Echamos el cardo y el resto de ingredientes. Cocinamos hasta que reduzca el agua del tomate. Servimos. ¡A comer!
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