Pan de centeno integral

Hacer panes sin panificadora es una de las cosas más gloriosamente gratificantes que uno puede comer. Por una serie de cuestiones logísticas en mi caso es un tostón que iré solventando con el tiempo. Aún así, de vez en cuando, me lío la manta a la cabeza y los hago. No es el caso de este pan. La panificadora es un invento nada desdeñable y permite experimentar con harinas, prefermentos, tiempos...sin liarla demasiado en la cocina (aunque hacer esto a mano es mucho más divertido). Mis panes, en general, suelen ser todos de grano completo (harina integral) porque, puestos a comerlo, mejor hacerlo con todas las propiedades del cereal. Éste que hice es de harina integral de centeno. Me encanta el centeno. En Portugal es muy común comer hogazas (lo de las pistolas y baguettes en el norte de Portugal no se estila nada) de centeno, trigo o maíz. Así que el sabor y el aroma del centeno me son tan cercanos que casi es como si fuera de la familia.

Para un pan de 500 g

100 g de pasta fermentada

150 g de harina blanca panadera

150 g de harina integral de centeno

1/2 cucharada de postre de levadura seca

1 cucharada de postre de sal

185 ml de agua

Echamos los ingredientes en la panificadora. Ponemos en marcha el programa de amasado francés. 3 horas y poco después nuestro pan nos llama. Lo sacamos, dejamos enfriar sobre una rejilla. Pan con pan y llámame tonto.