Chocolate rolls

La moda de los cinnamon rolls fue una cosa desproporcionada. Blog que mirabas, blog que tenía la receta. La verdad que están muy buenos y es comprensible que nadie al que le guste la repostería se resistiera a elaborarlos. Pero al mirar los ingredientes de la masa pensé "Good lord!". Eso tenía más grasas (innecesarias) que un trozo de unto gallego. Así que rápidamente recurrí a la maravillosa repostería francesa que siempre nos permite mejorar nuestras elaboraciones. No es que esta receta sea light, ni mucho menos, pero esta adaptación sí que consigue aportar más nutrientes de calidad. Tampoco es que uno se vaya a alimentar a base de bollos (aunque el Notario creo que a veces se lo plantea). Al final de lo que se trata es de comer lo más saludablemente posible.

Concretamente a mí los rolls me fascinan rellenos de canela o de cabello de ángel con frutos secos. Una ricura impresionante. Pero éstos que os enseño están rellenos de una crema de chocolate para darle el gusto al 99,9% de la población. La masa se puede aromatizar con lo que queráis: extracto de vainilla, almendras, ron...incluso una vez los hice con Nesquick de plátano. Os dejo la receta.

Para la masa ( de unos 12 rolls)

375 g de harina todo uso
100 g de harina panadera
15 g de levadura fresca
50 g de margarina ligera
50 g de azúcar moreno o equivalente en edulcorante
1 huevo L + 1 huevo para pintar la masa
150 g de queso fresco batido desnatado
2 cucharadas de postre de extracto de vainilla
1 cucharada de postre de miel

Para el relleno

60 g de margarina ligera
50 g de azúcar moreno o edulcorante
3 cucharadas soperas de chocolate desgrasado Valor en polvo

Empezamos haciendo la masa. Mezclamos la levadura con la harina y vamos añadiendo el resto de ingredientes. Si tenemos amasadora es más rápido. En 10 minutos tenemos la masa. A mano también se puede hacer tranquilamente, aunque tardaremos más. Debido a que el mundo de la extracción de las harinas es un poco misterioso y cada marca de harinas le da una consistencia, os comento que el resultado de nuestra masa tiene que ser una bola no muy pegajosa que ruede por la mesa. Una vez amasado, damos forma de bola y dejamos reposar la masa unos 45/50 minutos (depende del calor que haga) en un bol tapada con un trapo húmedo (así favorecemos el levado y la corteza no se seca en el proceso).

Mientras tanto vamos haciendo el relleno. Mezclamos los ingredientes con una espátula hasta que nos quede una crema. Se suele tardar un rato pero con paciencia el resultado es satisfactorio. Reservamos.

Tras el levado de la masa, sacamos del bol, amasamos de nuevo y con un rodillo damos forma de rectángulo. Extendemos encima el relleno y hacemos un rulo con la masa (como con los brazos de gitano). Cortamos rodajas de unos 4 cm de grosor y colocamos en la bandeja del horno. Dejamos reposar una hora, al menos. Precalentamos el horno. Pintamos la masa con el otro huevo (yo para pintar masas normalmente uso huevos de codorniz, así no tiro nada) y horneamos durante 40 minutos a 200ºC. ¡Que aproveche!