Prasopita. Pastel de puerros. Receta griega

La cocina griega (como toda la mediterránea) me apasiona. Esas mezclas de sabores, todos de la tierra, naturales, no los encuentra uno en ningún otro tipo de cocina. Con los platos griegos me sucede una cosa, me da la impresión de estar elaborando platos milenarios. Son tan simples pero tan buenos que han tenido que permanecer en la nebulosa gastroculinaria desde tiempos inmemoriales.

Rollos aparte, en Grecia los pasteles salados de verduras son su pan de cada día. Los hay con infinitas variantes y lo único que cambian es el nombre (no vaya uno a confundirse) dependiendo de la verdura principal del plato. Éste es de puerros y se llama prasopita, si fuera de espinacas su nombre es spanakopita. Aunque la spanakopita se tapa o se envuelve con masa brick (misterios).
La prasopita tiene una elaboración sencilla y de un día para otro está casi más bueno. Ahí queda eso:

Para 3 personas:

3 puerros
100 g de queso feta
25 g de sémola gruesa
1 hoja de laurel
50 g de gruyere rallado
2 huevos M
1 manojo de eneldo
2 cucharadas de pan rallado
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
sal
pimienta
eneldo seco (opcional)

Cortamos los puerros (con la parte verde) en rodajas y los doramos en el aceite durante 5 minutos a fuego lento. Agregamos el eneldo picado, el laurel y rehogamos 5 minutos. Quitamos el laurel, añadimos la sémola y removemos. Batimos los huevos en un cuenco y vertemos en los puerros. Removemos de nuevo. Incorporamos el gruyere rallado y mezclamos. Apagamos el fuego y reservamos. En una fuente de horno esparcimos el pan rallado. Con una cuchara rellenamos la fuente con la elaboración de los puerros. Colocamos encima el feta troceado y el eneldo seco. Horneamos a 200º durante 30 minutos. Sacar, servir y ¡comer!