26 de abril de 2015

Pan de cerveza negra


Tengo que admitir que los creadores del Ikea tienen un mérito sin parangón. Poner a funcionar una cadena de muebles en la que todos ellos se montan con una llave. El problema viene con esos tornillos y sus respectivos agujeros que no encajan bien. Todos los muebles deberían venir con un pack de fuerza de Thor, aunque fuera de usar y tirar, porque menuda tarde la que tuvimos ayer el Notario y yo. Es que ni haciendo Conan el bárbaro encajaban bien las sillas, oiga. Tampoco sirvió preguntar a las piezas: "¿por qué no quieres encajar?¿te he hecho algo?". Ahí no contestaba nadie. Pensé que podría ser que se hacían las suecas (sonido de redoble de platillos de chiste malo). Al final, por el poder de Grayskull, conseguimos montarlo todo. Está por ver si no nos caeremos con la tostada en la boca (si pasa espero estar a tiempo de documentarlo gráficamente y compartirlo).

¡A la entrada, que me voy de asunto! Últimamente en todas partes se ha puesto de moda eso de "cerveza natural ecológica". Sobre todo en zonas donde el desarrollo turístico es medianero. Y con estas cervezas me topé en mi última estancia en Verín (Orense). No llevan mucho tiempo comercializándolas pero las vi y tuve que llevármelas. ¡Había que probarlas! Y qué mejor manera que probarlas que haciendo un pan con la variedad de cerveza negra.


Si os soy sincera estoy un poco hasta las narices de que toda receta que lleve cerveza negra te agrege directamente el Guinness. ¡Será por cervezas negras! Que sí, que la Guinness está buena, pero un poco de apertura señores, que a veces parecemos bueyes tirando del arado. Así que nada, con la variedad de cerveza negra de Monterei (del Valle de Monterrey) elaboré el pan. ¡Qué olor!¡Qué sabor! Lo más sorprendente es que, efectivamente, en la segunda masa queda todo el aroma de la cerveza y es una maravilla. Si os gusta la cerveza lo recomiendo mucho.
Esta receta la tenía guardada para regalársela por su cumpleaños a la señorita Verónica de Dios por su gran afición a la cerveza o pan líquido (sana, que no es alcohólica). ¡Muchas felicidades Vero!

PD: Ya sé que la jarra de cerveza de la foto está vacía y queda un poco cutre. Si alguien quiere venir a rellenarla (de cerveza, que os veo que me la llenáis de ketchup con servilletas) os abro la puerta encantada.


Para un pan de unos 700 g

Para la masa base:
280 g de harina panadera de trigo blanca
50 g de harina de centeno
7 g de sal
4 g de levadura fresca o 1,3 g de seca de panadero
190 ml de cerveza

Segunda masa:
130 g de harina de centeno
 3 g de sal
5 g de levadura fresca o 1,6 de seca de panadero
140 ml de cerveza


Preparamos la primera masa mezclando todos los ingredientes y agregando la levadura (si es fresca) diluida en la cerveza. Amasamos unos 8-10 minutos. Boleamos y la dejamos fermentar dos horas tapada con un paño húmedo. Unos diez minutos antes de que termine de fermentar preparamos la segunda masa. Mezclamos los ingredientes y amasamos un par de minutos. Reservamos. Cogemos ahora la primera masa, amasamos un minuto para desgasificar y hacemos un disco con ella de unos 20 cm aplanando con el rodillo. Formamos un triángulo plegando hacia dentro los bordes del disco de masa. Vertemos encima la segunda masa y extendemos  (los bordes de la masa base sujetarán la segunda masa estupendamente). Colocamos el triángulo en la bandeja del horno con harina o papel sulfurizado. Dejamos fermentar otras dos horas. Podemos taparlo con un paño pero, como la segunda masa está hiperhidratada, conviene que el paño esté más húmedo o al retirarlo nos llevaremos parte de esta masa pegada. Pasadas las dos horas greñamos el pan (le hacemos unos cortes)  e introducimos en el horno precalentado a 230º con vapor de agua. Horneamos el pan unos 40 minutos teniendo que bajar la temperatura a 210º pasados los 30 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. ¡A disfrutar!



12 comentarios:

  1. Jajajaja
    Gracias!!! Para la próxima barbacoa puedes hacer uno de esos si quieres... XD

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    1. ¡Anda claro! Y esperemos que no tenga que llevar uno sin gluten porque me tiro por tu terraza (que está más alta que la de mi casa) jajajaja

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  2. ufff menuda pintaza Silvia, me lo paso a la lista de pendientes, que este finde me ha dado por hacer pan y me estoy enganchando, besote guapa!

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    1. ¡uy, uy uy! Como empieces no vas a poder parar porque los panes caseros no tienen precio! Yo te apoyo absolutamente a que te transformes en una panarra jajaja. Besucoos!

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  3. Jooooooolllll, como debe estar ese pan, yo soy de las seguidoras incondicionales de la marca Guinnes, si puede ser tomada en un pub irlandés mejor, perovamos, que si hay que tomarse de otra se hace el esfuerzo...si va con tapa o con pan de este,jajajaja
    Un besazo y buena semana!

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    1. Jajajajaja que sí, que una (o dos, o tres, o las que cuadren jajajaja) pintas de Guinness no se las salta un gitano, y yo estoy a favor de que exterminen la Cruzcampo y la sustituyan por Guinness en los bares. Pero por variar un poco de cerveza negra, ¡no vayamos a estar perdiéndonos algo mejor! (aunque ya te digo que en este caso no jajajaj) Besooooos!

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  4. Yo no tendría que hacer esfuerzos como Inma, jajaja, que la cerveza no la perdono sea la que sea. He tomado tu receta y pienso hacer este pan en breve, que salga o no es otro cantar. Gracias Silvia por compartirla con nosotros. Besos guapa.

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    1. Si te digo la verdad yo cuando lo hice estuve todo el tiempo con cara de: no doy un duro por esto. Y sufriendo porque tenía la impresión de que había tirado una cerveza a la basura jajajaja si es que ¿a quién no le va a gustar una cervecita fresca? Pero al final salió estupendamente, creo que por los superpoderes de la cerveza jajajaja Besucos!!

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  5. Hola Silvia, acabo de encontrarme con tu blog y como todo lo que estoy viendo me va gustando por aquí me quedo y sigo mirando.
    Un beso. Con sabor a huerto blogspot.com

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    1. Buenas! Muchas gracias por tu comentario! Me alegro de que estés por aquí porque eso me permite descubrir tu rincón también :) Besoos!

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  6. Hola guapísima !!!
    Que no paras niña, que dejo de venir a verte dos días y no veas todo lo que te cunde.:)
    Pues si te digo la verdad, mi experiencia con la cerveza negra no fue muy buena. Nosotros, que estamos acostumbrados a que las cervezas estén bien frías y si es en jarra congelada mejor, no te puedes imagina mi cara cuando la probé en un pub inglés con temperatura de chorrillo veraniego y ese grosor, que de un buchito parecía que me había comido un buey...en fin, jaja dejo de quejarme y decirte que prefiero la cerveza rubia.
    Peroooo que si hay que ponerse con este pan y la lleva negra, oiga, no tengo ningún problema en tomarla así. Que viendo la corteza y el rico sabor que le tiene que dejar, a eso me apunto la primera.
    A partir de ahora prometo mirar a otras . . . y no solo a la guinesss jaja
    Besotes gordos mi niña, feliz día.

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    1. Jajajajajaja ¡Esto es un no parar! (Así tengo las manos que parezco el lagarto Juancho fusionado con un Nanas). Miraaaaaaa! No me hables! Te entiendo perfectamente con la cerveza caliente! La primera vez que tomé una ( la mía fue en Hamburgo) le tuve que preguntar al tipo que si no tenía unos fideos para echarle a la cerveza ¡menuda guarrería me pareció aquello! Por supuesto el tipo no entendió lo que le decía y me tuve que beber aquello Filomeno a mi pesar. Para beber cerveza caliente mejor comer pan caliente, que como que entra mejor (a mí si no me paras me entra entero jajajaja). Ah! y si vas probando otras cervezas negras tú comenta que yo mucho quejarme pero al final siempre termino comprando Guinness jajajaja Besoooos!

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