4 de abril de 2015

Yogur de leche de almendras y vainilla (sin lactosa)



Cada vez hay más intolerantes a distintos alimentos. Supongo que tendrá que ver con el procesado de los mismos y los agregados químicos culturales que les suman a la lista de componentes. No tengo ni idea. Lo que sí que sé es que es algo extraño. Puede que hayan echado un especial en Cuarto Milenio y me lo haya perdido (buscaré, a ver qué me encuentro y os lo comunico). 
El tema es que además de los intolerantes y los tolerantes a los alimentos existe una especie, de la que yo formo parte, que estamos al borde del abismo de la intolerancia. Podemos comer ese tipo de producto pero sin pasarnos y en las versiones más livianas para que no nos siente mal. Es un término medio en el que ni eres un humano ni un replicante. Somos lo que se podría llamar un pffff gastromental. Así que, con respecto a la lactosa, tengo que andar con cuidado porque los efectos no son nada agradables si se consume demasiada. De vez en cuando me gusta probar cosas nuevas, un poco forzada por mi condición y por la de los que me rodean. Y eso hice con esta leche de almendras. Si no la habéis bebido os la recomiendo, tiene un sabor espectacular. Se hace llamar leche pero obviamente no sale de las ubres de un almendro. No entiendo las razones que llevan a no llamar las cosas por su nombre. Aunque si os fijáis los de Asturiana no lo ponen (no nombran ni siquiera que sea una bebida, podrían ser almendras en un brick).


Lo dicho, con esta leche y algo que haga que cuaje se hacen unos yogures muy buenos. Como es normal la textura no es la misma que la de un yogur de leche pero el sabor no tiene nada que envidiarle.


Para 7 yogures

1 litro de leche de almendras
1 yogur de soja o 2 si no tenemos agar-agar
50 g de azúcar o edulcorante al gusto
2 cucharas soperas de leche de almendras o de soja en polvo
3-4 g de agar-agar en polvo (depende de lo espeso que nos gusten los yogures)
1 vaina de vainilla


Ponemos a hervir la leche con la vainilla abierta. Infusionamos durante una hora mínimo y retiramos la vaina de vainilla. Una vez frío batimos con el resto de ingredientes, vertemos en los vasos de la yogurtera y dejamos 10 horas. Retiramos e introducimos en la nevera un mínimo de 4 horas antes de consumir. ¡A disfrutar!

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