19 de mayo de 2015

Económicos de Trás-os-Montes. Receta portuguesa


Se pasan los días que una ni se entera. Y las semanas. Bueno, y los años. ¡Maldito tiempo! A veces me da la impresión de que en lugar de en un tiempo físico de reloj vivo en el tiempo narrativo de las novelas, porque de repente me encuentro en el siguiente capítulo con la frase: "Un año después..." ¡¿Pero dónde narices ha ido ese tiempo?! ¡Un año ha pasado ya! (Creo que convivo con el monstruo de las galletas temporales). La parte buena es que lo celebras cumpleañeramente y siempre es una alegría poder contarlo en la calle. Que hace dos años lo celebré íntegramente en el hospital y ¡menudo tostón! (Si tenéis pensado el hospital como lugar de recreo yo no lo recomiendo, aunque haya gente que lo marque como primera opción. No me lo invento, doy fe de ello).
Estos días han sido de mucho movimiento, como suele pasar por estas fechas. Entre San Isidro y mi cumpleaños, que fue el sábado, no he parado por casa ni medio minuto. Muchos regalos, todos relacionados con la cocina (y yo ¡muy feliz!) y mucho tiempo (se incluye el telefónico) con la gente que te quiere (¡¡que me pongo moñas!! ¡¡que alguien me paree!!). Así que, un año más, ¡muchísimas gracias!
Llevaba tiempo dándole vueltas a qué tarta iba a ser la afortunada para mi gusto y disfrute. Tenía unas cuantas apuntadas (la tarta helada tipo Comtessa de El cuaderno de recetas ¡casi gana la partida!), pero me levanté el sábado y sólo tenía antojo de una cosa: Económicos. Así que ni tarta ni leches. 
Los económicos son un dulce típico del norte de Portugal, de la zona de Trás-os-Montes. La verdad es que los llevo comiendo toda la vida y tengo que decir que cuando era pequeña no eran santo de mi devoción. Son una mezcla entre pan y bollo dulce que se añusga en las tragaderas en forma de bolo compacto (¡Una maravilla! jajaja). A veces da la impresión de que uno va a morir ahogado, pero os garantizo que, extrañamente, merece la pena. Lo bueno de estos bollicos es que si los guardas en una lata aguantan mucho tiempo sin ponerse duros porque, en su justa medida, ya son ellos poco mulliditos. Si vais al norte de Portugal os recomiendo mucho que los compréis y los probéis. No son un manjar dulce a la francesa, ni son tiernos, tampoco son algo que se pueda servir en un cóctel glamuroso playero. Son lo que su nombre indica: económicos (del griego oikos: casa y nomos: norma como ley). ¡Toda casa debería tenerlos por ley! ( Así como fondo de armario. Y si hace falta quita una el arroz para meter la lata de los bollos. Que no es que yo haya hecho eso....no....). 
Si no tenéis pensado visitar la zona de Trás-os-Montes de Portugal (en la que por otra parte no hay gran cosa que ver además de montes y señores con vacas sentados a la sombra de un pinar), podéis acercaros con esta receta muy placenteramente (y así también os ahorráis el ruido irritante de las chicharras primaverales).



Para 20 bollitos:

500 g de harina blanca de trigo
3 huevos
250 ml leche
125 ml aceite de oliva
250 g de azúcar
1/2 copita de aguardiente
1/2 cucharada sopera de canela
ralladura de 1/2 naranja
1 cucharada de postre de levadura química
1/2 cucharada de postre de bicarbonato
Huevo, canela y azúcar moreno para decorar (opcional, yo sólo pinté con huevo)


Es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente y podremos comenzar a elaborarlos. Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen los huevos. Sin dejar de batir añadimos el aguardiente, la canela, el aceite, la leche y la ralladura de naranja. Echamos ahora el bicarbonato y la levadura. Por último añadimos poco a poco la harina tamizada. La masa debe quedar consistente pero blanda. Así que dependiendo de la absorción de la harina es posible que tengamos que añadir un poco más.
Una vez tengamos la masa cogemos porciones y damos forma. Colocamos en la bandeja del horno distantes unos de otros porque en la cocción crecerán bastante. Pintamos con el huevo y espolvoreamos de azúcar y canela. Precalentamos el horno a 200º e introducimos la bandeja unos 15-20 minutos hasta que estén dorados. Sacamos, dejamos enfriar en una rejilla y ¡a comer!.

9 comentarios:

  1. Silviaaaaaa!!! Felicidades atrasadas...hijaaaa haber hecho tambien la Comtessa de Nuria y me hubieras mandado un tupper

    Pos yo encantada de que el tiempo pase rapido que estoy deseando ya largarme para España que este año se me ha hecho un poco eterno, ademas como me pones un dulce portugues me entra más la morriña...por cierto, que qué raro que no empalague...seran los de tras os montes porque los del Alentejo son para llevar la bomba de insulina a toda caña
    Me he autoprohibido hacer mas dulces hasta que no vuelva del verano pero esto me tienta...si no es tan dulce tampoco engorda,no? jajajaja si yo trato de convencerme como sea
    Te pillo dos, uno pa cada mano como os niños chicos
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Muchas gracias!! Llego a hacer la comtessa también y ya sí que me iba a convertir en un tentetieso de esos de los niños. Aunque ahora que no me oye nadie te digo que me faltó el canto de un duro para ponerme a hacerla jajaja Menos mal que tengo un poco de sentimiento de culpabilidad, pero sólo un poco, lo justo para posponerla una semana. No sé cómo vas a poder aguantar sin hacer un mísero dulce! Te vas a convertir en la Chifer y nos vas a abandonar...¡con lo buenos que son tus dulces! Nos haces sufrir a todos! En Portugal cuanto más abajo más azúcar le echan a las cosas (y no entiendo la relación), así que no me extraña que los del Alentejo sean de caries jajaja. En general ya son un poco exagerados. No te digo más que cuando mi tía me va a hacer un huevo frito le tengo que decir: ¡con sal!!! Porque allí hasta a eso le ponen azúcar, es una pasada. Lo raro es que no sean todos diabéticos. Cuando estoy allí me siento más sana que el resto (aunque todos sabemos que es mentira). Besoos grandes!

      Eliminar
  2. Muchísimas Felicidades Silvia!!!!! a mi me pasa igual me caen regalitos de cocinicas jejejej y yo también encantada que conste.... Esta receta que nos traes es una maravilla, yo no conocía estos bollitos pero la idea de que sean medio dulce medio pan, me atrae un montón, así que otra recetilla que me llevo de tu blog ;) muchos besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Graciaaas! ¡Y qué maravilla de regalos! Lo mejor es que son cosas que quieres pero que no te compras para no llenar más la casa de cacharracos. Y como te las regalan ¡no vas a decir que no! jajajaja ¡Es la excusa perfecta! Pues comerse un económico (o cuatro jajaja) por la mañana es una de cosas que más gusta. ¡Entran que da gloria! ¡Besucooos!

      Eliminar
  3. Si es tu cumpleaños y el pastel lo tienes que hacer tú, haces bien en cocinar lo que te apetece. Estos bollos no parecen muy difíciles de elaborar para las no reposteras como yo, y me gustan esos dulces que se pegan al paladar, reminiscencias de la infancia supongo. Te han quedado muy chulos tan redonditos y reventados y con ese color tan bonito. Pues felicidades por tu cumple y por los tras os montes.
    Bsts

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas! Pues si te gustan esos bollos que se hacen pasta en la boca con éstos ibas a disfrutar de lo lindo jajaja Y que son muy fáciles y agradecidos de hacer, siempre salen bien. Son como la tarta de galletas y natillas, fácil y muy rico! La verdad es que me indigno un poco porque nadie me hace nunca tarta de cumpleaños y para que me compren una de esas que están más secas que la mojama prefiero hacerlo yo. Y al que no le guste que arree jajaja. Muchas gracias por la felicitación! Un beso!

      Eliminar
  4. ¡Felicidades Silvia! aunque ya pasadas de su día tienes un año entero para que te las demos día a día. Eso estaría bien ¿no?
    Estos panecillos que hoy nos traes me quieren sonar, no sé si he llegado a probarlos alguna vez, casi me viene el recuerdo de su sabor y su textura a la boca. Lo mejor de ésto es que me voy a llevar la receta. Te han salido especiales. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Uy uy uy! No lo digas muy alto que luego os pido una felicitación cada día, que en el fondo soy como los niños jajaja Por cierto, que muchísimas gracias por la tuya! Aunque si te digo la verdad me gustan infinitamente más los cumpleaños de los demás porque puedo preparar sorpresas y cosas diferentes para alegrar el día (lo que me gusta a mí un sarao!). Y los económicos seguramente los hayas probado, hay un montón de versiones. Mi favorita es ésta, supongo que porque es la que he comido siempre. La costumbre que me puede! jajaja Un beso grande!

      Eliminar
  5. Hola guapísima !!!
    Ayyyy que pensarás que te tengo olvidaíta, pero noooooo, que he venido con mi café y mi trozo de bizcocho para llevarme un buen rato por tu blog, echándome unas risas y leyendo ricas recetas.
    Antes que nada, FELICIDADES !!!!
    Aunque un poco tarde, la intención es lo que cuenta y así a destiempo y todo siempre sienta bien que te lo diga (sobre todo para que no se te olvide que estás haciéndote mayor jajaja)
    Pues no conocía estos bollitos portuguesas, aunque confieso que mi ignorancia en la gastronomía del norte del país vecino, es amplia. La del sur y centro, la conozco un poco mejor, la verdad.
    Menudo cambio más radical, de la Comtessa a éstos jaja, di que si para eso somos las homenajeadas y cocineras, tenemos derecho a elegir lo que queramos. Anotados quedan Silvia en esa lista eterna que todas llevamos a cuestas ;)
    Ala, le doy un traguito al café y sigo con la siguiente receta.
    Besotes mi niña.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...