27 de mayo de 2015

Pan de trigo sarraceno (sin gluten)


Después de unos días de movimiento nada rectilíneo y muy desuniformado vuelvo por aquí para celebrar algo que considero importante. Y es que hoy es el día nacional del celíaco. Todos, hasta el más impasible, tenemos causas con las que estamos sensibilizados, y para mí la celiaquía es uno de esos temas. 





Porque comer es un básico y la celiaquía afecta a la salud de manera constante y radical. Es cierto que tiene fácil solución, pero no deja de ser un poco tostón tener que estar siempre pendiente de ello. Supongo que sucede igual que con el resto de alergias alimentarias (que por experiencia personal garantizo aburrimiento supremo detectando alimentos fuera de casa). A veces me encantaría tener unas gafas de esas de cartón que al ponérmelas me avisara de si lo que me voy a comer lleva o no alimentos a los que soy alérgica. Pero como de momento no existen, de vez en cuando, aunque pregunte, me la cuelan y entonces acaba una en el hospital, ahogada como si hubiera corrido 4 veces seguidas la San Silvestre, esperando el chute de rigor. Así que, por empatía absoluta, comparto unas recetillas sin gluten para conmemorar que ser un tullido alimentario no está reñido con panarrear. ¡No todo iba a ser negativo! Me encanta la harina de trigo sarraceno, se craquela que da gloria en el horno y deja un aroma estupendo en el pan. Vamos, que este pan ¡ni llegó a tocar la panera!.


Para una hogaza de 500 g aprox.

Para el poolish:

100 g de harina de trigo sarraceno
100 ml de agua
3/4 de cucharada de postre de levadura seca

Para la masa final:

Todo el poolish
200 g de preparado panificable sin gluten (yo usé el Beiker)
45 g de harina de trigo sarraceno
1 cucharada de postre de sal
150 ml de agua
1 cucharada de postre de levadura seca

Preparamos el poolish: mezclamos la harina, la levadura y el agua y dejamos fermentar unas 4 ó 6 horas a temperatura ambiente. También podemos dejar la mezcla toda la noche en la nevera.
Procedemos entonces a mezclar los demás ingredientes. Amasamos unos diez minutos, hacemos bola y dejamos reposar unos 20 minutos. Amasamos de nuevo y procedemos a darle forma al pan. Dejamos que la masa repose de nuevo, en un lugar sin corrientes y tapada con un paño húmedo, unas tres horas. Precalentamos el horno a 250º. Greñamos la masa y la introducimos. Hornearemos a 250º unos 15 minutos, bajamos la temperatura a 220º y dejamos otros 25 minutos. Finalmente reducimos la temperatura de 200º y horneamos 20 minutos más. Sacamos, dejamos enfriar y ¡a disfrutar!


2 comentarios:

  1. Hace ya un porrón de años (igual exagero, pero más o menos hace unos 17 años) fue la primera vez que una madre me estuvo detallando todos los impedimentos que tenía su hijo por ser celiaco. Estábamos en un cumple y la verdad es que el niño, pese a ser pequeño tenía bastante asumido lo que podía comer, pero claro, no dejan de ser niños y había que vigilar.
    Y te das cuenta, el coñ - - - que es tener algún tipo de alergia alimentaria. De todas formas, es cierto que cada vez es una enfermedad que gracias a los que la padecen y las asociaciones, se ha ido conociendo más y es fácil encontrar en los super, comida especial.
    No he utilizado nunca harina especiales para esta enfermedad, ni me atrevería a hacer en casa nada para ellos especificamente, me da miedo la contaminación cruzada y menuda responsabilidad.
    Tu craquelado ha quedado divino y no dudo que el pan, mereció la pena de todas todas.
    Besotes gordos mi niña.

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    1. Hola Nuria! Madre mía!!! A este paso te voy a tener que pagar un sueldo por todo el tiempo que me dedicas jajajajaja ¡Muchas gracias! El bizcocho con el café lo tenías más que merecido y si por mí fuera te mandaba cuatro bizcochos, tres potajes, y 25 hogazas de pan. Todo para ti, nada de compartir! Que tienes que reponer fuerzas! Bueno, lo primero, muchas gracias por tu felicitación. Yo por mí estaría todo el año recibiendo "¡Felicidades!", que a quién le importa cuándo haya sido el cumpleaños. Creo que esa palabra le alegraba el día hasta a Paco Umbral. Oye, me tienes que dar la receta de la papilla de apio de tu abuela porque a mí mi bisabuela (nunca tuve abuela) sólo me preparaba, toooodo el tiempo, lacón con grelos (como buena gallega) para que creciera fuerte y sana. Obviamente no surtió mucho efecto jajajaja Lo mismo si la preparas tú hasta vuelves a comer apio. A mí antes me daba auténtico asco ¡y mira ahora! Igual es culpa del apio que siempre tenga frío. Empatizo totalmente con tu madre. Ayer todo el mundo en la terraza del bar en manga corta y yo con mi jersey de cuello alto. Se reía de mí hasta el camarero jajaja Ser celíaco hace 17 años tenía que ser todavía más tostón que ahora. No me puedo imaginar el aburrimiento diario de esa madre. Que el niño en el fondo se comería lo que le pusiera su madre, tampoco es mucho trabajo eso jajaja Es una responsabilidad muy grande cocinar para celíacos, me da un poco de respeto también. Sobre todo teniendo en cuenta la colección de harinas con gluten que atesoro en la cocina. Tiene que haber gluten hasta en el tambor de la lavadora!! Y por lo del Inem ya no me desespero, en el fondo cuando tengan que llegar las cosas llegarán (espero y deseo). Estando amargada tampoco gano nada (esto me lo digo a mí misma como terapia jajaja). Muchos besos grandees!!

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