9 de junio de 2015

Galletas de harina de algarroba y nueces


La semana pasada, en mi entorno blogero favorito, fue la Semana Oculta de las Galletas. Sí, nadie lo dijo (porque si no no sería oculto) pero tengo indicios vehementes. Es como una conspiración judeomasónica que hasta que no estás dentro del todo no te enteras ni del NODO. Y como en el fondo acabo de llegar llevo la toga de iniciación, reparto cafés cual becaria y sólo puedo tener sospechas. También es posible que sólo fuera casualidad, pero es más aburrido, prefiero lo de la Semana Oculta de las Galletas. Y como no puedo parar de hacer todo lo que me entra por el ojo reproduje las galletas integrales con salvado de Alicia y las Pim's de Nuria. Porque así soy, culo veo culo quiero. Las de Alicia para el desayuno fueron gloria divina y las de Nuria me las comí en dos excursiones a la cocina (Nota mental: dejar de ir a la cocina entre horas). Si me miro la lorza todavía puedo verlas, ahí, tan quietas, sin un ápice de intención de moverse por sí solas de mí.
Así que, siguiendo con esto del ocultismo galletil, y por si me parecían poco las galletas de las jefas, me dispuse a hacer unas con la mejor harina repostera del mundo: la harina de algarroba.
Cuando trabajo en la carnicería de Alcampo, uno de los carniceros, siempre que me ve mover cajas de carne que pesan tres toneladas sin un soporte con ruedas (el que sea), me suele preguntar a gritos: "¡¿Tú has crecido debajo de un algarrobo?! ¡Que te vas a hacer daño!". Yo me río y sigo haciendo el belloto, es mi estilo (luego la espalda me insulta al cerebro).
Cada vez tengo más claro que sí, que crecí debajo de un algarrobo porque la harina de algarroba me encanta. Igual es por su "parecido" al chocolate (aunque no sea yo muy chocolatera). Pero el caso es que todo lo que provenga de la algarroba es una delicia. Hasta una cucharada de esta harina en un vaso de leche le da una patada en el orgullo a los colacados y los nesquickes. Que el color chocolate es de la propia harina, cero cacao. Para despistar al comensal: harina de algarroba. Si no habéis probado a elaborar nada con ella os recomiendo que os acerquéis al herbolario, compréis una bolsa (que además está bien de precio) y hagáis lo que se os ocurra. Ya veréis, ya. Yo os dejo por aquí la receta de las galletas.

Para 10 galletas grandes

80 g de harina de trigo
70 g de harina de algarroba
1/4 cucharilla de café de bicarbonato
40 ml de aceite vegetal o 50 g de aguacate triturado
40 g de azúcar de abedul, azúcar o equivalente en edulcorante
10 nueces peladas machacadas (o cualquier fruto seco que nos guste)
1 huevo M o 40 ml de leche (de vaca, soja...). Si no somos intolerantes recomiendo usar el huevo.

Mezclamos las harinas y el bicarbonato. Añadimos la grasa vegetal (el aceite o el aguacate) y el huevo batido o la leche junto con el azúcar o edulcorante. Por último agregamos las nueces picadas. Amasamos bien hasta que sea una pasta compacta. Damos forma de bola, envolvemos en papel film e introducimos en la nevera unos 30 minutos. Sacamos, aplanamos con un rodillo y vamos cortando las galletas con la forma que queramos. Cuanto más finas las cortemos más crujientes quedarán tras el horneado. Si nos gustan tipo bizcochonas sólo hay que aumentar el grosor. Precalentamos el horno. Horneamos las galletas a 180º unos 10-15 minutos. Sacamos, dejamos enfriar (endurecerán) y ¡a disfrutar!

12 comentarios:

  1. Pues yo sí que crecí bajo un algarrobo y bastante que me gustaban las algarrobas maduras, pero fuera de esta experiencia infantil no tengo ninguna otra con este fruto. Esas galletas han llamado mi atención como las moscas a la miel porque creo que deben estar superbuenas, a ver si abro el mundo galletil al mio, que no es mi fuerte precisamente, y me animo con ellas para no quedar con las ganas.
    Ah, y el zarangollo murciano me encanta.
    Bsts

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    1. ¡Qué envidia! Creo que si tuviera un algarrobo cerca estaría ya seco porque debe de ser como el cerdo, hasta los andares (aunque lo algarrobos no creo que anden mucho). Yo te sigo animando a que te adentres en mundo panadero y galletero porque hay cosas que no las encuentras ni en las antípodas y merece muuuucho la pena probar. A mí estas galletas me generan una seria adicción de lo buenas que están! Casi como el zarangollo, que tengo que andar midiendo porque como me descuide me lo zampo entero yo sola! jajaja Un beso grande

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  2. que rico cocinas, siempre con ingredientes tan originales, me encantan estas galletas, así que apunto!! bss

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    1. La harina de algarroba sirve para un roto y un descosido...¡qué buena está! que ya me están dando ganas de irme a hacer unas magdalenas jajajajaja Un beso!

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  3. Yo he descubierto la harina de algarroba en los blogs, pero nunca la he visto "en vivo" ni he probado ninguna receta con ella y me llama mucho la atención.

    Me gusta tu blog. Me voy a quedar echando un vistazo y también como seguidora.

    ¡Besos mil!

    Si te apetece conocer mi cocina te espero en http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es/

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    1. ¡Buenas! Antes de nada, muuuuchas gracias por quedarte por aquí. ¡Que el tiempo es oro! y con los infinitos blogs que hay por la red para mí es un privilegio que la gente dedique parte del suyo en leerme. Así que, de nuevo ¡Gracias! Y yo me voy ahora mismo de visita al tuyo! Que me gusta mucho fisgonear blogs ajenos! jajajaja
      ¿Qué puedo decirte de la algarroba? Que una vez que la pruebas no puedes dejar de tenerla en casa porque te hace apaños rápidos para postres en visitas inesperadas o para esos días que te apetece dulce pero no quieres sentirte como un tonelete (yo sobre todo la uso para esto último jajaja) Te la recomiendo mucho! Un beso!

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  4. ¡Ah! ¿pero eres becaria blogueril? Pues no se te nota nada de nada. Cualquiera lo diría, que con tu verso, y tu planning, me dejas boquiabierta, yo llevo casi 2'5 años en esto, y aún voy por libre, je, je, je...ni retos, ni sorteos, ni obligaciones que no me llevan a nada, que a mi lo que me gusta es cocinar, comer y compartir, además de ver cosas tan ricas, como tus maravillosas galletas de choco..., digo de algarrobas, que tienen una pinta irresistible, no me extraña que estemos criando michelines a tutiplén, que aquí la que te lee, le sobran pero desde hace tiempo, que no, que no tengo excusas y no todo se le puede achacar al blog, pero eso será tema para otro día...
    De momento hoy me quedo disfrutando lentamente, de tus galletas, y con tu permiso me preparo un colacado (de momento no tengo la harina hasta que vaya mañana a la compra y captura de la harina de algarroba) bien fresquito, para matar el gusanillo antes de dormir, je, je, je... Besos y dulces sueños guapis!!!

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    1. ¡Cómo te comprendo! No me extraña que pases de retos y gaitas de esas. A mí es que me toca un poco la fibra que me digan qué me toca comer. Que para eso ya tengo a la endocrina dándome la tabarra. A ver si consigo quitármela de encima pronto porque es peor que un recibo de la luz. Pero que lo mismo que te digo que paso de concursos igual un día me vengo arriba y me vuelvo loca a participar en todo, que con tanta flexibilidad laboral al final me lo creo y me vuelvo tarumba jajaja. Pero de momento yo a mi bola. Y oye, que yo respeto al colacao (desayunooo y merieeenda) más que a muchas personas. Es más, si me hicieran unos rayos x de esos seguro que tengo una tapa roja alojada en el estómago jajaja ay! qué rica la pasta de colacao con galletas maría en forma de tropezones flotando! ¡eso no se puede comparar ni con un plato del Bulli! Si te haces con la harina de algarroba ya me contarás! (y de paso te copio receta porque sale todo muy rico!) Muchos besoos!

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  5. ¡Bueno Silvia! me has dejado sin saber que decir ¿es cierto que has hecho mis galletas? ¿te has atrevido y encima te han gustado?Para mí es un gran honor que las hayas hecho, de verdad :-) Me has emocionado, porque en el fondo soy una sentimental...
    Después de ver tu cocina, no pensé que pudieran haberte gustado...
    Hoy te has atrevido con esta harina, que nunca he usado para pastelería ni otra cosa, aunque sé que se utiliza con cierta frecuencia hoy día para estas cosas. Las algarrobas sí que las he probado y recuerdo su sabor agradable y dulzón y su textura dura en el exterior y casi harinosa por dentro, tendría yo seis o siete años cuando me la dieron a probar. Crecía un árbol, bien grande, sobre un pozo de agua dulce, al que íbamos en los veranos, a coger agua con cántaros los niños, con los mayores, aquellos paseos obligados se convirtieron en un recuerdo imborrable para mí y con él las algarrobas.
    Pienso que tus galletas tienen que estar muy ricas ¿te ha quedado alguna para probar? Gracias Silvia. Besitos.

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    1. Hola Alicia! Perdona la demora en contestar pero poco me ha faltado para tirar el router por la ventana ¡qué hartura de compañías telefónicas! Pues te digo, ¡claro que he hecho tus galletas! (y me duraron dos desayunos) soy como Triki, galleta que me ponen por delante, galleta que devoro jajaja Aunque la verdad que la glasa no se la puse porque tengo unas manos que parecen muñones y, total, para terminar con unas galletas con una decoración que ni un niño de parvulitos lo haría tan mal preferí ahorrármelo. Pero las tuyas eran tan bonitas...Prometo que un día me pondé a aprender a decorar (antes me tendré que comprar un pack de paciencia y pulso porque de eso no tengo en la cocina jajaja).
      ¡Qué envidia! No puedo dejar de pensar en lo estupendo que debe de ser poder comer algarrobas del árbol. Vamos, que yo no me hubiera perdido un viaje a por agua, eso te lo aseguro! jajaja Qué bonito es recordar cosas que parece que se han perdido en la memoria y compartirlo con los demás. Sobre todo si viene a través de algo que comer. Un beso grande!

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  6. Hola guapísima !!!!
    Bueno, bueno, buenooooo
    Ala, aquí estoy cual Pavo Real después de leer tu entrada, nombrarme y ver tus galletas.
    Yo no he visto un algarrobo en mi vida, y la harina de algarrobas la compré una vez hace unos diez años y me peleé con ella. La pobre no tuvo culpa, pero me la recomendaron como sustituyo del chocolate para añadirla a la leche y la repostería, y vamos es que no tienen nada que ver. Si vale, el color te lo recuerda, pero de sabor, ya iba yo con la idea preconcebida y me llevé un verdadero fiasco. Abandonada la dejé en la despensa durante meses hasta que haciendo limpieza la mandé a la basura.
    Ahora ha coincidido que la he vuelto a ver en los blogs amigos con buenas recetas y creo que se merece mi segunda oportunidad. En cuanto baje a mi herbolario, que estoy esperando que me llamen en cuanto tengan Kéfir para darme, la compro y ya te contaré.
    Sigo revoloteando por tu blog y voy a por la siguiente receta . . . qué trabajito me das jaja
    Bsss

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    1. ¡Pues claro que sí! Orgullosa tienes que estar porque tus galletas estaban de asalto a un banco. Si es que las hice para desayunar al día siguiente y no llegaron! (y me las comí yo sola y sin ayuda porque ya soy mayor jajajaja)
      Hombreeeee, la verdad que la comparación con el chocolate es un poco excesiva. Vamos, tengo una amiga que no soporta el chocolate ni por recomendación (ya le he dicho que done su cuerpo a la ciencia porque algo excepcional pasa en sus carnes morenas) y desayuna todos los dias galletas de algarroba. Así que mucho no tienen que ver, no. Si es que no hay nada peor que te insistan con algo comparándolo con otro algo porque luego el chasco es magnífico. A mí me ha pasado con otras cosas y al final, lo mismo, al cubo. Pues si te haces con ella otra vez prueba a mezclarla con harina de trigo y haz lo que te apetezca, que sale siempre bueno bueno bueno! Y del kéfir ya te preguntaré cosillas porque llevo un tiempo dándole vueltas (a ver si me hago con él) y no me entero mucho del asunto jajajaja Besoooos!

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