Pues sigue haciendo un frío del copón. Siempre digo que si viviera en una isla desierta estaría muerta. La selección natural es sabia. A no ser que como Robinson Crusoe tuviera un Viernes (luego, como en la novela y en los análisis históricos, omitiría todo su mérito a la hora de dar cuentas de mi superviviencia).
El caso es que entre el frío y la lluvia no salgo de la cueva ni por recomendación y lo único que me apetece comer son sopas y guisos que calienten pies y barriga. Pero hay que hacer un esfuerzo y variar un poco, que hay más cosas que comer en el mundo. Así que mi infinita adicción a la comida árabe me llevo a esta receta que está mejor que buena. Había probado otros kofta o kefta o albóndigas raras o como queramos llamarlo, pero éste con gambas es para comerse 48 seguidos sin parar. Y si lo acompañamos de la salsa de tahini no os quiero ni contar. Si tenéis un rato os animo a probarlo.
Para los kofta (10-15 unidades)
1/2 kg de gambas
1 cucharada sopera de comino molido
100 g de harina de arroz
3 dientes de ajo medianos
1/2 cebolla
perejil
sal
pimienta
Para la salsa Taratur
50 g de semillas de sésamo molidas (yo lo compro en Mercadona y lo paso por el molinillo de café)
50 ml de zumo de limón
50 ml de agua
pizca cucharadita de sal
1 diente de ajo picado
Empezamos con la salsa. Mezclamos el ajo, la sal y el sésamo en un bol. Poco a poco añadimos el zumo de limón y el agua. Removemos hasta que quede homogéneo.
Para elaborar los kofta picamos las gambas (si son congeladas descongelar previamente) y mezclamos con el resto de ingredientes. Una vez tengamos una pasta cogemos porciones y damos forma de albóndiga. Metemos al horno a 200º unos 20-30 minutos dando vueltas de vez en cuando para que se tuesten por igual. También se pueden freír en la sartén con el aceite muy caliente y dejar escurrir después en papel de cocina. Eso ya, al gusto. Se sacan y las comemos mojando en la salsa ¡Que aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario